hacer la cama al levantarse un habito para nuestros hijos

5 consejos para hacer la cama al levantarse y comenzar el día con orden y productividad

Hacer la cama al levantarse puede parecer una tarea sencilla, pero puede tener un gran impacto en tu día. Compartiremos 5 consejos que te ayudarán a hacer la cama por la mañana y a empezar el día con orden y productividad. Desde preparar tu entorno para un despertar fácil hasta animar a tus hijos a ayudarte y delegar tareas, aprenderás a convertir esta rutina diaria en un hábito y a crear un espacio ordenado y acogedor. Con estos consejos, podrás empezar el día con buen pie y dar el tono para una jornada productiva y organizada.

Despierta antes para darte tiempo

Empezar el día bien comienza por una rutina matutina bien estructurada. Aprovechar la tranquilidad de las primeras horas es fundamental para poner en marcha un día productivo. Al levantarte antes, te permites un precioso tiempo extra para dedicarte a actividades que fomenten la sensación de calma y preparación. Este podría ser el periodo ideal para empezar el día, reunir tus pensamientos o incluso dedicarte a una actividad tranquila, como leer o saborear una taza de café recién hecho, aunque cuando tenemos hijos pequeños, muchas veces sirva para adelantar las tareas del día. Sin embargo, empezar el día de forma relajada y sin prisas, sienta las bases para un día lleno de productividad y de sensación de control.

Además, despertarte antes te permite abordar la mañana de forma consciente y deliberada, en lugar de sumergirte de lleno en el ajetreo de las demandas cotidianas. Este periodo intencionado de las primeras horas puede ser el momento oportuno para alinear tus pensamientos, establecer tus intenciones para el día y concentrarte en actividades que contribuyan a tu bienestar general, como al tan merecido autocuidado. Tanto si se trata de seguir una rutina para la piel, dedicar unos momentos a la meditación o a planificar el día con tranquilidad, el tiempo extra que ganas al levantarte antes puede ser transformador a la hora de establecer una actitud positiva y atenta para afrontar el día.

Cultivar el hábito de despertarte antes también puede proporcionarte una sensación de empoderamiento y control sobre tu tiempo, sentando las bases para un día abordado de forma proactiva en lugar de reactiva. Este sencillo ajuste en tu rutina puede crear un efecto dominó, influyendo en la forma en que afrontas tus tareas y responsabilidades diarias. Al regalarte tiempo por la mañana, te permites el espacio para comenzar el día con calma, recoger tus pensamientos y establecer un tono positivo y centrado que te acompañe en las horas siguientes.

Quitar la ropa de cama y sacude las sábanas

Al emprender el ritual de hacer la cama, es esencial comenzar por quitar la ropa de cama y sacudiendo las sábanas. Esto no sólo permite airear el colchón y la ropa de cama, sino que también prepara el terreno para un comienzo fresco del día. Al retirar las sábanas de la noche anterior y dedicar un momento a airear y alisar el colchón, introducirás un toque revitalizante en tu entorno de descanso, garantizando que vuelvas a una cama que no sólo sea estéticamente agradable, sino también propicia para un descanso reparador, que necesitas al terminar el día.

Además de los beneficios prácticos, como la prevención de la acumulación de polvo y la promoción de un espacio de descanso limpio e higiénico, el acto de quitar y sacudir las sábanas puede servir de transición simbólica del descanso a la actividad. Marca el cierre del periodo de descanso y el comienzo de un nuevo día, infundiendo al espacio un aire de frescura y renovación. Este acto sencillo pero deliberado crea una sensación de preparación y sienta las bases para el siguiente paso de tu rutina matutina, alineando tu entorno con la energía y el propósito que pretendes aportar al día que empieza. Así podrás evitar romper la inersia de levantarte de forma automática y podrás darle propósito al nuevo día.

Además, practicar el sacudido de la ropa de cama y alisar el colchón puede ser una actividad atenta y enraizante, que te permite estar plenamente presente en el momento y apreciar el proceso de cuidar tu espacio de descanso. Supone una oportunidad para empezar el día con un acto pequeño pero significativo de autocuidado y atención, fomentando una sensación de armonía y atención plena que puede resonar en todas tus empresas diarias.

hacer la cama al levantarse
Hacer la cama al levantarse impregnan un aire de comodidad y calidez

Suaviza las arrugas y alisa las sábanas

Una vez que se haya refrescado la ropa de cama, el siguiente paso para hacer la cama es suavizar las arrugas y alisar las sábanas. Este acto en apariencia menor puede contribuir significativamente a la sensación general de orden y compostura en tu espacio vital. No sólo proporciona a la cama un aspecto pulido y ordenado, sino que también garantiza que al final del día vuelvas a un lugar acogedor y ordenado.

Además, el proceso de suavizar las arrugas y alisar las sábanas puede ser un ejercicio meditativo y terapéutico, que te permite dedicarte un momento a la concentración al detalle, que  envía un poderoso mensaje de cuidado e intención, tanto a ti misma como al espacio que habitas. Al crear un entorno de sábanas limpias y sabanas bien colocadas, creas una representación visual y tangible del confort y el orden que aspiras a encarnar a lo largo del día.

Adoptar la costumbre de suavizar las arrugas y colocar bien las sábanas también puede ser un paso fundamental para cultivar un sentido de la disciplina y la coherencia en tu rutina diaria. Inculca el hábito de aportar un toque de elegancia y organización a tu entorno inmediato, preparando el terreno para una mentalidad propicia para abordar las tareas del día con la misma gracia y atención al detalle.

hacer la cama al levantarse
Primero sacude las sábanas y haz la cama, implementa este hábito de orden y productividad 

Amortigua y alinea las almohadas

Amortiguar y alinear las almohadas es el paso culminante del ritual de hacer la cama. Este toque final no sólo aporta una simetría visual atractiva a la cama, sino que también garantiza que al final del día vuelvas a un espacio cómodo y acogedor. Al dedicar un rato a colocar las almohadas de forma ordenada y uniforme, elevarás la estética general de la habitación, a la vez que la impregnarás de un aire de comodidad y calidez.

Además, el acto de mullir y alinear las almohadas puede ser un acto de autocuidado, ya que prioriza la creación de un espacio acogedor y cómodo en el que descansar y rejuvenecer. Comunica un compromiso de tratar tu entorno de sueño con la misma atención y consideración que aplicas a otros ámbitos de tu vida, reforzando la idea de que cada aspecto de tu entorno, por pequeño que sea, merece ser cuidado y tenido en cuenta.

Si conviertes el acto de mullir y alinear las almohadas en una parte constante de tu rutina matutina, no sólo contribuirás al orden general y al atractivo estético de tu dormitorio, sino que también crearás una oportunidad diaria de realizar un gesto pequeño pero significativo de autoconsentimiento y de cultivar un espacio que favorezca la relajación y el bienestar.

¿Cómo hacer el hábito de hacer la cama al levantarse?

Transformar el acto de hacer la cama en un hábito diario puede reportar beneficios de gran alcance que van más allá del mero orden. Al inculcar esta práctica en tu rutina diaria, cultivas una sensación de orden, disciplina e intención que puede impregnar todos los aspectos de tu vida. Hacer la cama establece un tono proactivo y productivo para el día, inculcando una mentalidad propicia para afrontar las tareas y los retos con un sentido de propósito y compostura.

Además, al hacer la cama todas las mañanas, creas una representación visual y simbólica del logro y el cuidado, sentando las bases para un día lleno de logros pequeños pero significativos. Este sencillo acto refuerza la idea de que incluso las tareas aparentemente más inconsecuentes merecen atención y diligencia, infundiendo una sensación de orgullo y satisfacción en un trabajo bien hecho que puede marcar un tono positivo y asertivo para el resto de las tareas del día.

Incorporar el ritual de hacer la cama a tu rutina matutina también establece una sensación de coherencia y fiabilidad, ya que se convierte en un ancla firme e inquebrantable en la subida y bajada de la vida cotidiana. Esta coherencia comunica un mensaje de confianza y compromiso, tanto a ti misma como a las personas de tu entorno, y sienta las bases para un día que se aborda con el mismo compromiso inquebrantable con la excelencia y la atención plena.

hacer la cama al levantarse un hábito de orden y productividad
Enseña a tus hijos a hacer la cama al levantarse es importante hacer un hábito de orden y productividad

Animar a los niños a ayudar

Inculcar el hábito de hacer la cama al levantarse en los niños puede ser una lección valiosa y formativa que les imparte principios de responsabilidad, organización y autoatención. Al implicar a los niños en el proceso de hacer la cama, no sólo inculcas en ellos un sentimiento de responsabilidad y contribución, sino que también les brindas la oportunidad de cultivar un espacio que refleje su propia iniciativa e intención.

Además, al animar a los niños a participar en hacer la cama, les facultas para apropiarse de su entorno inmediato e inculcas en ellos un sentimiento de orgullo y satisfacción por el cuidado y la presentación de su espacio vital. Esta introducción temprana al ritual de hacer la cama proporciona a los niños los elementos básicos de la disciplina, el orden y la conciencia de que sus actos tienen un impacto tangible en la calidad y el orden de sus alrededores.

Cultivar el hábito de hacer la cama desde pequeños también sirve como práctica formativa que puede traducirse a otras áreas de la vida de un niño o adolescente. Sienta las bases para el desarrollo de un sentido del orden y del cuidado a la hora de afrontar tareas y responsabilidades, inculcando una mentalidad de intención proactiva y atención al detalle que puede resonar a lo largo de su vida, tanto en su espacio personal como en sus interacciones con el mundo en general.

Despeja el desorden de las mesillas de noche

Asegurarte de que las mesillas de noche no están desordenadas y de que están ordenadas puede ser un paso fundamental para crear un entorno de sueño sereno y tranquilo. Al despejar las mesillas de noche de objetos superfluos y mantener una sensación de orden y sencillez, sientas las bases para un sueño tranquilo y sin obstáculos. Este acto deliberado de despejar transmite una sensación de calma y claridad, creando un espacio propicio para la relajación y el rejuvenecimiento.

Además, mantener las mesillas de noche organizadas puede infundir al espacio del sueño un aire de atención plena e intención. Al mantener un mueble auxiliar ordenado y discreto, eliminas posibles fuentes de distracción y desorden mental, permitiendo una transición más fluida e ininterrumpida al periodo de sueño reparador. Este compromiso de crear un entorno libre de ruido visual y mental comunica una dedicación a fomentar una atmósfera de paz y tranquilidad, tanto en los momentos previos al sueño como a lo largo de la noche.

Cultivar el hábito de mantener las mesillas de noche despejadas y ordenadas también se traduce en el ámbito de la mañana, ya que sienta las bases para un espacio sereno y despejado en el que comenzar el día. Esta continuidad de la noche a la mañana refuerza la idea de que un espacio caracterizado por el orden y el propósito es propicio tanto para el descanso como para la actividad, creando un entorno armonioso e intencional que favorece y nutre el bienestar del cuerpo y la mente.

Deja entrar la luz natural

Abrir la luz natural en el dormitorio es una práctica transformadora y energizante que puede marcar un tono positivo y vigorizante para el día. La infusión suave y gradual de luz natural sirve de aviso suave para el cuerpo, señalando el comienzo de un nuevo día y fomentando una transición gradual hacia un estado de vigilia. Este despertar natural y discreto puede ser fundamental para fomentar una sensación de vitalidad y disposición, preparando el terreno para un día que se afronta con energía y entusiasmo.

Además, dejar entrar la luz natural en el dormitorio por la mañana puede tener un profundo impacto en la regulación del reloj interno del cuerpo, ayudando a sincronizar el ciclo sueño-vigilia y favorecer una sensación de equilibrio y bienestar. Esta exposición a la luz natural sirve como señal poderosa para el cuerpo, reforzando la distinción entre el periodo de sueño reparador y la fase activa de vigilia, y contribuye a una sensación general de armonía y equilibrio en los ritmos naturales del cuerpo.

Incorporar la práctica de dar la bienvenida a la luz natural en el dormitorio también tiene la ventaja añadida de elevar el estado de ánimo e infundir una sensación de conexión con el entorno exterior. La calidad suave y difusa de la luz natural crea un ambiente de calidez y serenidad, infundiendo al espacio una energía rejuvenecedora y vigorizante que puede marcar un tono positivo e inspirado para el día que empieza.

Disfruta de un espacio ordenado y acogedor

Dar forma a un dormitorio caracterizado por el orden y la sensación de acogida no es simplemente una cuestión de estética, sino un componente fundamental para fomentar una sensación de calma y bienestar. Al practicar el arte de hacer la cama al levantarse y mantener un entorno de sueño limpio y ordenado, creas un espacio que no sólo es visualmente atractivo, sino que también transmite una sensación de orden, compostura e intención.

Además, la práctica de cultivar un espacio ordenado y acogedor transmite un mensaje de autodisciplina y cuidado, ya que representa un compromiso de tratar tu entorno con atención y atención plena. Este enfoque deliberado y con intención de la organización y presentación del dormitorio establece un entorno propicio para la relajación, el rejuvenecimiento y la cultivación de una sensación de armonía y equilibrio tanto en el cuerpo como en la mente.

En esencia, el acto de hacer la cama y atender a la organización y presentación del dormitorio es un paso fundamental para preparar el terreno para un día que se afronta con un sentimiento de propósito, orden y tranquilidad. Al invertir en la creación de un espacio que refleje estas cualidades, sientas las bases para cultivar una mentalidad que se alinee con la búsqueda del bienestar personal y una experiencia cotidiana caracterizada por la intención, la atención plena y el compromiso con el nutrir un espacio vital sereno y acogedor.

Seguir estos cinco consejos para hacer la cama por la mañana puede ayudarte a crear una sensación de orden y productividad para empezar el día. Al incorporar estos hábitos a tu rutina matutina, puedes mejorar el aspecto y la funcionalidad generales de tu dormitorio. Así pues, despierta un poco antes, anima a tus hijos a ayudarte y disfruta de un espacio ordenado y acogedor para comenzar cada día de forma más positiva y organizada.

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Daniela

About Daniela

Desde hace varios años trabajo online para poder conciliar mi vida familiar y laboral. Además de ser la autora de Papás e hijos, para muchos soy más conocida como la mamá de... y feliz de serlo!

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