Creció la pequeña

El otro día le decía una mamá preocupada porque su niña de 15 meses no caminaba, que no se preocupará, porque con el primer hij@ tenemos muchas ganas de verlos ser grandes y cuando lo son, daríamos cualquier cosa por parar el tiempo y saborear todavía más cada momento.

 

Con la segunda, tengo la sensación contraria,  parece nunca ser lo suficientemente grande para ciertas cosas. Sé que no es bueno comparar y como dice mi abuela, “cada hijo debería venir con su propio manual de cómo tratarlo, porque todos son diferentes” y ella tuvo 5.

 

Además, soy totalmente consciente de que sentir que ella es demasiado pequeña para ciertas cosas, es una percepción mía y que poco tiene que ver con la realidad. Miles de veces me sorprende, porque los niños son así, nos sorprenden día a día. Algún día pensaba que nunca iba a ser capaz de dormir en un cama, “¿cómo vamos a lograrlo?” nos rompíamos la cabeza pensando y de pronto, unos meses más tarde, es como si hicieran click y son capaces de hacerlo.

Y hoy, que celebra su graduación de educación infatil, me doy cuenta que creció la pequeña! Lo que me hace sentir una mezcla de sentimientos que abarcan desde la nostalgia a la felicidad, pasando por la tristeza de no tener a una pequeña en la casa. Que ahora sí que cambiamos el parque durante la semana, para dedicarnos a los deberes y siempre con la sensación de no haber disfrutado tanto como hubiese querido.

 

Cada etapa hay que disfrutarla al máximo y eso pienso seguir haciendo, porque crecen muy rápido y el tiempo no se puede parar.

 

Felicidades a mi niña grande, que orgullosa estoy.