Hoy en Madrid es un día no lectivo porque se celebra San Tomás de Aquino. Algo que me resulta muy incoherente, porque la mayoría de los colegios son laicos, y hasta en los colegios públicos está prohibido cualquier imagen religiosa, pero sin embargo se celebran los días de los Santos….
Creo que deberíamos ser coherentes en la educación de nuestros hijos y si no somos religiosos, tampoco celebramos los santos y si no hay suficientes días de fiesta, pues elegimos celebrar Carnaval o cualquier otro día…
Además celebraciones como Santo Tomás de Aquino complican la conciliación de la vida familiar y laboral, porque a menos que trabajes en un colegio de Madrid, hoy hay que trabajar. Por lo que si no trabajas en un colegio o te pides vacaciones o empiezas a buscar dónde dejar a tus hijos para poder cumplir con tu jornada.
Si tus hijos van a la guardería hoy no es día de fiesta, pero en cuanto empieza el colegio descubres gran cantidad de día no lectivos que no tienen muchos sentido y que hacen más complicado nuestra ya difícil rutina del día a día.
Creo que nuestros hijos merecen un poco de coherencia a la hora de ser educados, no podemos decir una cosa y hacer otra, les confunde su esquema de valores…
Tienes razón, por eso, por coherencia en una escuala pública laica, la enseñanza de Religión, fuera de la escuela!! Y sí, que no le llamen Santo Tomás, que sea simplemente el día del profesorado. Y ya de paso, que se flexibilice la posibilidad de organizarse en los trabajos para atender a los hijos cuando no están en el cole, que los colegios no son garajes ni los niños objetos a guardar.
Totalmente de acuerdo, tenemos que poder flexibilizar las jornadas laborales para poder criar a nuestros hijos. Gracias por comentar Helena
Creo que con quitar el San del título llegaría.
Al fin y al cabo, nos guste o no, todos los padres de los oficios actuales son considerados santos por la iglesia católica, aunque eso no quite que hayan sido maestros, ingenieros o barrenderos.
Respecto a lo poco conciliable que es, creo que la culpa es mas del sistema laboral que de los niños. Y más que quitarles días festivos a ellos, quizás deberíamos ponernoslos más nosotros