Al educar a nuestros hijos, por lo general nos enfocamos en que haya cierto equilibrio entre sus fortalezas y debilidades, incluso en el área académica. Siempre buscamos apoyo o refuerzos en aquellas áreas en las que presentan mayores dificultades, pero en pocas ocasiones trabajamos sus virtudes.
Hace un tiempo leía este fragmento de Deepak Chopra sobre Ley del Dharma o del propósito en la vida.
“Tenemos tanto miedo de que nuestros hijos encajen en esta sociedad que si dicen que si a uno se le dan bien las artes, pero no las matemáticas, inmediatamente le ponemos un profesor particular de matemáticas en vez de uno de arte que le ayude a explorar ese talento único, un gran artista siempre puede encontrar un gestor que le lleve la contabilidad.”
Chopra siempre me lleva a reflexiones profundas sobre la vida y por esto he querido compartir sus líneas, porque últimamente he estado pensando en lo difícil que es decidir lo que queremos ser en el futuro durante la adolescencia. Yo a la edad de mi hijo mayor dudaba sobre un Grado en Turismo o Marketing, me decanté por la segunda opción y hoy en día poco tiene que ver lo que hago con lo que estudié en su momento.
Siento que no soy la única persona que hoy en día hace algo completamente distinto a lo que se planteó durante el bachillerato y es que creo que a medida que nos hacemos mayores nos conocemos mejor, y somos capaces de elegir de una forma más libre. No considero que me mi padre o madre me hayan presionado a elegir mi profesión en lo absoluto, pero hasta qué punto la decisión la tomé entre lo que debería ser “lo correcto” y no pensando en mi verdadera vocación.
Hoy en día las cosas están cambiando a nivel profesional y cada vez surgen nuevas carreras, profesiones o formas de trabajo, y siento que es complicado guiar a nuestros hijos en la decisión de elegir su futuro.
Por otro lado, creo que cada quien debe recorrer su propio camino y lo único que podemos hacer es ayudarlos a conocerse y escucharse a sí mismos, que los apoyemos en las cosas que hacen especialmente bien y reforcemos en ellos esas cualidades. Esto les ayudará a fomentar su autoestima y encontrar lo que realmente les apasiona, porque creo que el verdadero éxito en la vida es que ser felices.
Este es el mensaje más importante que quiero transmitir a mis hijos y la mejor ayuda que les puedo dar para elegir su futuro!
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