Evitar las muertes de bebés por olvido dentro del coche

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Durante el verano suelen ocurrir incidentes horribles de muertes de bebés y niños por olvido en el coche, que ocurren a causa de las altas temperaturas que se alcanzan dentro de él.

Según informes la mayoría de los niños, un 51%, se han dejado por «olvido» o despiste dentro del vehículo, 29 por ciento se han quedado jugando sin supervisión y un 18 por ciento de los niños los han dejado intencionadamente en vehículo mientras se hacía un recado.

Lamentablemente, es algo que sucede con más frecuencia de lo que pensamos, sólo en Estados Unidos mueren una media de 38 niños al año y este año ya van 17.

El año pasado se generó un gran debate en Israel, cuando un total de trece bebés fueron olvidados en el interior del vehículo familiar, y cuatro de ellos fueron encontrados muertos.

Estas cifras son alarmantes si tenemos en cuenta que la temperatura dentro del coche es mucho más elevada que la temperatura exterior. Según muestra Today, si la temperatura exterior es de 37ºC dentro del coche puede alcanzar los 77ºC en una hora. Esto convierte el interior del coche en una zona de peligro durante el verano, especialmente para bebés y niños.

Un estudio de General Motors en 2001, ya alertaba de que cuando la temperatura en el exterior es de 35ºC, en el interior del vehículo puede llegar a alcanzar los 50ºC en 20 minutos, y después de 40 minutos se eleva hasta los 65,5ºC.

Por esto dejar a un bebé o niño en un coche cerrado puede resultar mortal y dejar las ventanillas abiertas total o parcialmente tampoco es seguro, ya que el aire no consigue reducir ese ritmo de aumento de temperatura, según advierten los expertos.

Un cambio en la rutina, el cansancio, la distracción y la ansiedad pueden ser una causa de olvido de un menor en el coche. Según Janette Fennell, fundadora y presidenta de KidsAndCars.org «Le puede pasar a cualquiera, incluso los padres más cariñosos y atentos» y recomienda:

Crear el hábito de abrir siempre la puerta de atrás del vehículo cada vez que lleguemos a nuestro destino para comprobar que ningún niño o mascota está atrás.
Colocar un peluche en el asiento del niño y justo antes de colocarlo a nuestro hijo en su silla moverlo al asiento del pasajero como un recordatorio visual de que está en el asiento trasero.
Poner algo que necesita en el suelo del asiento trasero en frente de la silla del niño, como: móvil, bolso, bolso, etc… Esto nos asegura que tengamos que abrir la puerta de atrás del vehículo para recuperar nuestras pertenencias.
Nunca deje a los niños solos en el coche, ni siquiera por un minuto.
Mantener el coche cerrado en el garaje de casa y mantener las llaves fuera del alcance de los niños.

Puedes crear tu propio método para evitar una tragedia así. De hecho un niño estadounidense de 12 años inventó el E-Z baby saver un sencillo sistema para que los padres no puedan salir del coche sin mirar los asientos traseros.