Un estudio reciente ha concluido que la siesta en niños 2 años se asocia a una peor calidad del sueño nocturno. Debido a que la mayoría de los niños a partir de los dos años, obtienen la mayor parte del sueño durante la noche.
Al contrario de lo que todos pensábamos, estos expertos desaconsejan la siesta en niños de 2 años, porque hace que sean más propensos a tener problemas para conciliar el sueño por la noche y afecta negativamente la calidad del mismo haciendo que éste sea más irregular.
Según las pautas del sueño los niños de 1 a 2 años deberían dormir un promedio de 11 a 14 horas. Sin embargo, esto no significa que los padres deben acabar con las siestas, ya que éstas proporcionan beneficios cognitivos y físicos a los niños, pero sí se debe tener en cuenta que la siesta en niños de estas edades deben empezar a tener una menor duración, para que puedan tener una mejor calidad de sueño por la noche.
Las siestas demasiado largas se relacionan con que los niños se acuestan demasiado tarde por la noche o tienen un sueño nocturno fragmentado, para los niños que no duermen bien de noche se recomienda acortar las horas de sueño diurnas y acostarlos antes por la noche.
En general, estos expertos explican que existe una necesidad de dormir en los niños y también adultos, que se acumula cuanto más tiempo estén despiertos durante el día. Al dormir la siesta esta necesidad de sueño disminuye, lo que se traslada en una disminución del impulso de ir a dormir por la noche y mayor dificultad para conciliar el sueño.
Sin embargo, la siesta en niños 2 años es un hábito muy común y se desaconsejan a partir de que el niño no consiga conciliar bien el sueño por la noche o tenga repetidos episodios de no tener una buena calidad de sueño nocturno.
En otras ocasiones hemos hablado sobre el sueño infantil y sobre otros estudios que señalan que todos, bebés, niños y adultos, nos despertamos varias veces en la noche, pero sólo los más mayores dominamos la técnica de regresar al sueño. Es una cuestión de tiempo que lo hagan los niños, porque según la experta Rosa Jové, se trata de un proceso evolutivo.
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Fuente: Live Science
Mi hija tiene dos años, y duerme mejor cuando echa la siesta. Si no la duerme, es cierto que se queda dormida antes por la noche, pero se despierta más. Sin embargo si la echa por la tarde, duerme todo seguido. Será ir viendo lo que necesita, para ir cambiando hábitos poco a poco.